martes, 24 de noviembre de 2009
La Indigencia se toma el Centro de Bogotá
El centro se ha visto afectado por la influencia de los indigentes, con ellos viene el riesgo del atraco a transeúntes especialmente a estudiantes, ellos, prefieren ir en grupos grandes a esperar el bus, con eso evitan ser sorprendidos con un “me regala una monedita”.
Esto nos dice Paula una estudiante de la universidad Jorge Tadeo Lozano, a la cual días atrás la robaron con esa misma frase, ella, se negó a dar una moneda a la indigente, ella, que se encontraba drogado la agredió verbalmente y le quito el dinero del pasaje.
Para Luis un estudiante de los Andes, le es indiferente este tema, pues al salir de clase se dirige al parqueadero toma su vehículo y se va por la circunvalar, a diferencia de Ana, estudia en la misma universidad pero ella espera su bus en la tercera, y mas de una vez ha sido sorprendida por un indigente.
Son muchos los casos de estudiantes, que se escuchan a diario, pero peor aun es escucharlos, y saber de los indigentes que los roban, son los mismos de siempre, y que aunque las autoridades saben no hacen nada para evitar estos robos.
Natalie una estudiante de la Sallé, coincide con Paula y Ana a las descripciones y modos de robar de estos personajes, y los lugares específicos en los que suelen estar.
En la 19 casi siempre, hay una mujer con una maleta y un tarro de bóxer en su boca, su vestimenta siempre es la misma un jean ya desgastado un saco azul oscuro y una chaqueta de jean, cuando se acerca, no pide el favor simplemente dice –Deme una moneda. Si se le contesta que no hay, se vuelve agresiva y advierte con robar, como se encuentra drogada, prefieren entregar lo que se tenga a mano y con eso ella se va, sin dejar de mirar mal e intimidar.
En la tercera, también se hace una indigente mujer, es alta, flaca y crespa, ella, se acerca y dice –Amiga deme una moneda; Su voz es fuerte he intimida, si le dicen que no mira que tiene y le da una orden, - Deme el celular que tiene en el bolsillo; luego se va con un simple –Adiós amiga.
En la Séptima, son mas, cada esquina se podría decir, a veces es confuso, las personas se dan cuenta de lo que pasa pero simplemente se hacen los de la vista gorda, no ayudan, para el otro es como si no existiéramos, siempre y cuando no me afecte a mi que me va a importar.
Aunque muchos de los estudiantes que han sido robados informan a las autoridades, dan las descripciones de donde y por quien han sido robados, pero pareciera que no importara.
Si el centro se conoce como el corazón de Bogotá, porque no se hace de el un lugar seguro y tranquilo, no solo se necesita la ayuda de las autoridades, también se necesita de todas las personas que están frecuentemente en el Centro.
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